Ojo Seco

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Uno de los problemas más comunes que deben tratar los oftalmólogos es el síndrome del ojo seco. Más de diez millones de estadounidenses sufren de ojos secos. El problema suele ser más frecuente en mujeres posmenopáusicas, pacientes con afecciones reumatológicas y después de procedimientos refractivos como la cirugía LASIK.

Las lágrimas están compuestas de agua, aceite y moco. La capa de agua se produce en la glándula lagrimal, ubicada debajo del párpado superior en el tercio externo. Varias glándulas más pequeñas en los párpados producen los componentes aceitosos y mucosos de la película lagrimal. Con cada parpadeo, los párpados esparcen las lágrimas sobre el ojo. El exceso de lágrimas se drena a través de dos pequeños conductos de drenaje en la esquina interna del ojo, hacia la cavidad nasal. El bloqueo de estos conductos produce un lagrimeo excesivo. Las lágrimas también se producen como una respuesta refleja a un estímulo externo, como una lesión o una emoción.

Muchas enfermedades pueden causar el síndrome del ojo seco. El proceso normal de envejecimiento es una de las razones más comunes para la sequedad. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo produce menos aceite, lo cual desestabiliza la película lagrimal y aumenta la evaporación. Esto se presenta de manera más contundente en las mujeres, que tienden a tener la piel más seca que los hombres. Muchos otros factores que incluyen climas secos o ventosos, aire acondicionado o ventiladores de techo, medicamentos como diuréticos y antidepresivos, baja ingesta de líquidos y humo de cigarrillos también pueden causar sequedad en los ojos. Muchas personas también sienten irritación en sus ojos cuando leen o trabajan en un computador.

Las personas que usan lentes de contacto también pueden sufrir sequedad debido a que los contactos absorben la película lagrimal, lo que hace que se formen proteínas en la superficie del lente. Algunos medicamentos, afecciones de la tiroides, deficiencia de vitamina A y enfermedades como el Parkinson y el Sjogren también pueden causar sequedad. La enfermedad de Parkinson reduce la velocidad del parpadeo y aumenta la evaporación produciendo una sequedad muy incómoda.

Los síntomas del ojo seco incluyen ardor, enrojecimiento, irritación, visión borrosa y lagrimeo reflejo excesivo. Estos síntomas empeoran en las tardes o después de leer o trabajar en el computador.
Existen varios métodos para diagnosticar los ojos secos. Para comenzar, el médico determinará la causa subyacente midiendo la producción y la calidad de la película lagrimal. El examen del margen del párpado y la tinción especial de la superficie ocular son particularmente útiles para diagnosticar la presencia y extensión de la sequedad.

El tratamiento del ojo seco debe ser específico para cada paciente. Muchos pacientes encuentran alivio simplemente usando lágrimas artificiales regularmente. Algunos de estos productos son acuosos y alivian los síntomas de manera temporal; otros son más espesos y se adhieren al ojo por un periodo de tiempo más largo. Cuando se necesitan más de cuatro gotas diarias, se recomienda usar lágrimas sin conservantes, porque tienen menos aditivos que podrían causar reacciones alérgicas o tóxicas.

También hay cambios sencillos en el estilo de vida que pueden contribuir a controlar los síntomas y mejorar significativamente la irritación de los ojos secos. Por ejemplo, beber ocho o más vasos de agua al día, evitar los ventiladores de techo y el aire acondicionado que sopla directamente a la cara del paciente, usar humidificadores en el hogar o en el trabajo, usar ácidos grasos omega-3 y evitar medicamentos que reduzcan la producción de lágrimas, como diuréticos, antidepresivos o pastillas para dormir.

Las gotas tópicas como Restasis o Xiidra pueden ayudar a reducir la infiltración inflamatoria de células T de la glándula lagrimal, permitiendo que la glándula produzca más de sus propias lágrimas. En casos moderados, con frecuencia se cierra la abertura del drenaje lagrimal en el párpado con insertos especiales llamados tapones lagrimales. Estos reducen el drenaje de las lágrimas permitiendo que la pequeña cantidad de lágrimas que produce el paciente permanezca más tiempo humedeciendo la superficie ocular. Esto se puede hacer de manera temporal con un tapón de colágeno soluble o en forma permanentemente con un tapón de silicona. Finalmente, en los casos muy graves es posible que sea necesario usar gotas oftálmicas de suero autólogo que se producen a partir de la propia sangre del paciente y/o el uso de técnicas quirúrgicas de tarsorrafia que reducen la exposición corneal.

Nuestros especialistas en córnea han realizado una extensa investigación sobre el ojo seco después de una cirugía LASIK. Han identificado citoquinas clave producidas en condiciones de ojo seco y han determinado cómo pueden ser moduladas para, a su vez, revertir la condición y alterar la respuesta de curación de la herida.